En esta entrevista, el profesor, cientista político y responsable de la plataforma contexto.cl, abordó en detalle el contexto, las características y el eventual funcionamiento del proceso constituyente ad portas de iniciarse en nuestro país. El funcionamiento de la eventual “Convención Constitucional”, la paridad de género, transparencia, participación, etc. Y todo aquello que dará marco al proceso histórico que vivirá nuestro país, y que deberá responder a dos preguntas fundamentales: qué tipo de Estado queremos, y qué tipo de democracia queremos/debemos darnos.

Por: Equipo Acemedia

Antecedentes históricos: La Comisión Ortúzar y el fraude del plebiscito del 11 de septiembre de 1980

¿Cuál es el contexto en el que se abre este proceso constituyente?

El establecimiento de una nueva Constitución tiene un precedente que se ubica en el momento en el que la dictadura asume el poder, y por lo tanto desaparece la idea de que el golpe de Estado tenía por fin algo provisorio para después volver a la civilidad. Estaba pensado como un proyecto político, institucional e ideológico de largo plazo.

Pocos meses después del quiebre institucional del 11 de septiembre, en noviembre de 1973, la Junta Militar crea una “Comisión de Estudios Constituyentes”. Siete años después, la dictadura decide someter a plebiscito este nuevo texto, un 11 de septiembre de 1980, hace casi exactamente 40 años, y por lo tanto lo que está ocurriendo tiene mucha carga simbólica.

Existe un periodo de refundación entre 1978 y 1981 que configura el escenario en el que vivimos actualmente, donde la dictadura dicta una serie de normas, el Código Laboral, las pensiones, las leyes de Educación. Y por lo tanto el hecho de estar en un proceso constituyente justo 40 años después, es muy significativo.

¿Cuáles son las circunstancias en las que se desarrolla el plebiscito fraudulento que ratifica la Constitución del ´80?

En el año ´80 se organiza este plebiscito. Se convoca un mes antes, en Estado de Excepción, sin ninguna oportunidad de participación pública por parte de la oposición, (no existía el concepto de franja ni nada parecido) ni ningún concepto de libertad de expresión, y con la CNI estaba en plena actividad. Solo se permitió un acto en el Teatro Caupolicán (el histórico “Caupolicanazo”) el 27 de agosto, al que asistieron 5 mil personas.

Los vocales eran designados por las municipalidades, y hay bastante documentación que acredita que empresas como Soprole y el Banco de Chile enviaron a sus gerentes y personal a hacerse cargo del proceso. No se permitió apoderados de mesa de la oposición.

Como es obvio se detectaron muchas irregularidades, y en el 39% de las mesas los votos no coincidían con el número de personas que acudieron a sufragar. No había padrón. Tu ibas, votabas, te ponían un timbre en el dedo, salías y podías ir a votar a otro lado ya que no debías firmar ningún registro.

El tristemente célebre “Mocito”, ex agente de la CNI señaló en una entrevista que fue comisionado con un grupo de agentes para ir a votar a distintos lugares y que estuvieron votando todo el día. Y finalmente los votos blancos eran contabilizados como parte de la opción SI. En resumen, por donde se le mire, no es un proceso que pudiese ser considerado legítimo bajo ningún punto de vista.

Funcionamiento del proceso constituyente

¿Cómo funcionaría una Convención Constitucional en la práctica, una vez realizado el plebiscito del 25 de octubre y teniendo en perspectiva solo el plebiscito de salida (donde se consultará a la ciudadanía respecto a si aprueba o no el texto que surja como resultado de la Convención Constitucional o Mixta)?

Como ustedes saben el primer paso es el plebiscito donde se consultará respecto a si se aprueba la idea de elaborar una nueva Constitución, y bajo qué mecanismo, Convención Constitucional o Convención Mixta. Si gana el Apruebo y cualquiera de las dos opciones se pasa a una segunda etapa que es la elección de los Convencionales. Y la tercera etapa sería el trabajo de la Comisión.

En general en las democracias modernas, el método de trabajo de la Convención es definido por la propia Convención. El Congreso Nacional o el sistema político actual, por así decir, no podría decirle a la Convención: “ustedes tienen que trabajar de este modo”. Al momento de asumir, la Convención debe definir un reglamento. No podemos decir hoy cómo puede funcionar. Dicho eso, hay una extensa experiencia comparada e incluso manuales construidos por organismos internacionales que ofrecen metodologías de trabajo que han sido utilizados en más de 100 convenciones de este tipo.

La Convención funciona como un cuerpo colegiado, que elige una Mesa, un Presidente y Comisiones de trabajo. Se trabajará durante 9 meses, pero no es que se vayan 9 meses a un retiro y vuelvan con el texto. Sería lo que se llama Convención Abierta, donde cada Comisión va a tener audiencias públicas y van a recibir a la gente. Algunas Convenciones incluyen mecanismos de participación directa a través de consultas o cabildos territoriales. Otras, incluyen la obligatoriedad de que el Convencional vaya una vez al mes al territorio donde fue electo (ya que se eligen por distrito), a dar cuenta del trabajo que se está realizando en cabildos abiertos para que la ciudadanía se involucre. Se debiesen establecer mecanismos de transparencia donde, por ejemplo, las votaciones sean públicas. Lo que vamos a ver seguramente son ciclos de debate ya que la Constitución demora entre 9 y 12 meses en escribirse. Van a haber momentos clave donde se discutan temas clave y la ciudadanía estará, o debiese estar, tremendamente interesada.

Por ejemplo, habrá un momento en el que se discutirá la elaboración de un artículo sobre Derechos Laborales. Se va a discutir el Artículo 19 número 20, por ejemplo, y todo el mundo sindical estará mirando. Será muy similar al clima que se generó cuando se discutió el retiro del 10% y todos estábamos mirando a la Cámara de Diputados.

En ciertos momentos va a pasar eso porque se van a dar situaciones en la Convención donde se votarán cosas importantes, por ejemplo, Chile como Estado unitario o federativo, o Chile Estado plurinacional para reconocer a los pueblos originarios, y va a haber un momento de votación en la Comisión de Trabajo y en el plenario, por lo tanto van a haber momentos donde va a haber más polarización donde va a llamar mucho más la atención.

Pero además, y eso va a depender no tanto de los convencionales sino de la ciudadanía, es la capacidad de la sociedad de organizarse para presionar. En Bolivia, en Colombia, donde se han hecho Asambleas de este tipo, la capacidad de organización de las organizaciones de la sociedad civil de defender sus derechos es clave. Los sindicatos por Derechos Laborales, los grupos de DDHH, los empresarios por el Derecho de Propiedad, etc. Y eso es común, en las democracias modernas pasa. A mi juicio está bien que pase y que se abra, se discuta y se delibere.

Todo esto puede darle algo de vértigo a algunos pero mal que mal, estamos definiendo las reglas según las cuales queremos convivir y que afectan muchos de los intereses y la distribución de poder en la sociedad, por lo tanto lo que vamos a ver son un ciclo de un año donde vamos a estar con altas y bajas y otro año más tranquilo donde se va a dar el trabajo de la Convención.

¿Cómo se eligen los convencionales?

Como sabemos existen dos votos, el primero es de apruebo o rechazo, y el segundo Convención Constitucional o Convención Mixta. La mixta, es un mix, como dice la palabra, entre la mitad de parlamentarios y la mitad de ciudadanía. Por lo tanto si se elige la mixta, serán 86 parlamentarios y 86 ciudadanos o convencionales electos. Los parlamentarios que estarían en la Convención, no serán elegidos por la ciudadanía sino por el mismo parlamento, por lo tanto serán representativos de los partidos políticos que tienen representación en el Congreso. Y la otra mitad elegida por la ciudadanía por votación popular al igual que como se eligen los diputados, por lista, distrito, etc.

La Convención Constitucional, en cambio, es electa en un 100% por la ciudadanía. Los partidos pueden presentar listas e invitar a independientes a integrar una lista. Si los partidos son inteligentes deberían optar por gente un poco más diversa ya que hoy en día los partidos no tienen muy buena fama. En el modelo tradicional, los independientes van solos a las elecciones, en cambio ahora habrán listas de independientes que podrán competir con las listas de partidos. (N. de la R: Algunas de las afirmaciones hechas en esta entrevista, como por ejemplo listas de independientes y pueblos originarios, por ejemplo, aún son materia de discusión legislativa, la que en algunos casos se prolongará hasta enero).

En el sistema proporcional, pensemos en Arica, que tiene cuatro representantes.  Si gana la Convención Constitucional, se elegirían 4 convencionales. En el sistema tradicional, con el que se eligen los diputados, si fuese un independiente fuera de lista, serían tres listas y un independiente solo para 4 asientos. El problema es que se elige el candidato más votado de la lista más votada, entonces la lista lleva cuatro candidatos que suman los votos, en cambio el independiente corre solo contra cuatro candidatos.

En la Cámara de Diputados anterior, había solo un diputado independiente, René Saffirio, por La Araucanía, ya que fue el único que logró ganarle a una lista completa. Y hay listas que tienen 6 u 8 miembros. Entonces el cambio que se hizo en esta Convención es que los independientes puedan armar listas propias, para competir en igualdad de condiciones con las listas de partidos.

Además, habrá otra gran diferencia: la paridad. Esto significa que en todas las listas que se presenten deben ir hombres y mujeres de forma equitativa. Además, supongamos que en ese distrito los tres más votados son hombres, que puede ocurrir, ahí no hay paridad, entonces lo que debe ocurrir es que el tercer hombre más votado debe cederle su cupo a su compañera de lista más votada, asegurando de este modo la paridad en los resultados.

Entonces, a diferencia de la Cámara de Diputados, si gana la opción de la Convención Constitucional, habría paridad de género, y sería la primera vez en la historia, y en el mundo, que una Convención Constitucional está compuesta mitad y mitad de esta forma. Eso no ocurre con la mixta, porque en la mixta solo la mitad es electa por la ciudadanía, y la paridad antes planteada no corre para la mitad compuesta por los diputados y senadores que sean electos para participar de la Convención.

Un nuevo modelo de Estado

¿Cuál es el modelo de Estado al que debiese apuntar un nuevo ordenamiento institucional como el que busca este proceso?

En la discusión sobre la Constitución será clave debatir sobre el tipo de Estado que queremos. Y otro tema relevante es qué tipo de democracia queremos. Que es cómo la ciudadanía se debería involucrar en la toma de decisiones ya que el modelo de Estado y el modelo de democracia debiesen estar vinculados uno con el otro. En el caso de Chile, por una parte tenemos un Estado subsidiario, cuya noción central es que el Estado actúa donde el mercado no actúa u opera. Por eso tenemos carreteras concesionadas, por ejemplo.

En la discusión del Estado subsidiario se contrapone al Estado democrático garante de Derechos, donde se hace garante de ciertos elementos de la protección de ciertos derechos de la sociedad.

Y también está el rol fiscalizador del Estado. Por ejemplo, en el ámbito educacional, la Constitución establece plena libertad de emprendimiento para los establecimientos educacionales, pero no fija ningún mecanismo de control respecto del tema.

Entonces la discusión no es solo sobre si el Estado es o no garante de derechos, sino además qué rol tiene en la economía. Eso es una primera parte.

La segunda etapa tiene que ver con el modelo de organización del poder, que en el caso de Chile está concentrado en un híper presidencialismo. Un Presidente que concentra mucho poder, un Congreso que tiene muy poco poder, lo que inhibe la expresión de la voluntad de las mayorías, ya que el Ejecutivo controla la agenda del Congreso, y porque además la ciudadanía no puede participar en la toma de decisiones, a diferencia que otros modelos donde la ciudadanía está empoderada y participa en el proceso de toma de decisiones. Por ejemplo está la iniciativa popular de ley, que existe en muchos países donde la ciudadanía se organiza y con eso se puede obligar al Congreso a discutir, no necesariamente a aprobar, un tema de relevancia. 

Creo que el desafío para Chile en este proceso constituyente es definir qué tipo de Estado queremos, qué tipo de democracia queremos, si queremos un Estado unitario o con poderes regionales, pueblos originarios, etc.