Se trata de un caso de una trabajadora que fue despedida bajo la modalidad de “necesidad de la empresa” de un Tottus. La trabajadora en una primera instancia acudió al Juzgado de Letras del Trabajo de San Bernardo, donde la Justicia desestimó su demanda al igual que en la Corte de Apelaciones. Pero, el resultado fue diferente en la Corte Suprema.

En todas las instancias, la empresa justificó la desvinculación a procesos internos de reorganización y readecuación, debido a que la afectada se desempañaba en el cargo de supervisora de cajas, lo que según Tottus su labor fue objeto de un proceso de racionalización y restructuración de la compañía.

No obstante, el Máximo Tribunal del país argumentó que la automatización y la reestructuración no son una razón válida para que las empresas puedan desvincular a trabajadores bajo la causal establecida en el artículo 161 inciso 1 del Código del Trabajo; un despido por la necesidad de la empresa.

Además, este fallo de la Corte Suprema -integrada por el ministro Ricardo Blanco, las ministras Gloria Ana Chevesich, María Cristina Gajardo, Dobra Lusic y el abogado Eduardo Morales- estableció principios de alta relevancia para la clase trabajadora y el mundo laboral, demostrando una apertura en la doctrina de este Tribunal, al relevar que lo primordial en el derecho laboral es la protección del trabajador.

La sentencia que fue conocida a través de la prensa deja reflexiones interesantes y a considerar, estableciendo que el despedido puede darse bajo aspectos técnicos o económicos, pero no puede argumentarse en una simple voluntad del empleador.

“No basta la simple decisión patronal para justificar la desvinculación del dependiente”, dictó la Suprema.